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Comité Zonal Occidente

El Comité Zonal Occidente fue uno de los cuatro Comités Político-Militares de la Liga Comunista 23 de Septiembre (LC23S), abarcó principalmente el estado de Jalisco, como también las inmediaciones de Michoacán y Nayarit. Este Comité Político-Militar estuvo constituido fundamentalmente por la guerrilla urbana del Frente Estudiantil Revolucionario (FER).

 

 

 

Frente Estudiantil Revolucionario (FER)

El Frente Estudiantil Revolucionario (F.E.R.) se constituyó en 1970, en Guadalajara, Jalisco. Fue una organización que emergió en el contexto de las luchas estudiantiles que se suscitaron en aquel momento con el principal objetivo de democratizar la Universidad de Guadalajara (UdeG). El FER nació como un organismo de resistencia para enfrentar a las fuerzas de la Federación de Estudiantes de Guadalajara (FEG), un organismo estudiantil que se fundó en 1948 y que más tarde, a finales de los años sesenta, se convirtió en un órgano policiaco-estudiantil que mantenía el control político de la Universidad y que desempeñaba funciones de grupo de choque, esto es, de un organismo que ejercía la violencia contra el estudiantado como mecanismo de control y disuasión de la disidencia, así como en defensa de intereses políticos particulares. En este contexto de auge de la lucha de los estudiantes, la FEG operó como un instrumento armado del Estado para reprimir el movimiento estudiantil.

 

Con el tiempo, en el marco de una mayor politización y preparación ideológica, así como de una fuerte escalada represiva por parte del Estado y de la FEG, el Frente Estudiantil Revolucionario se fue radicalizando, y transitó de la lucha estudiantil circunscrita a la democratización del espacio universitario y el enfrentamiento a las fuerzas “fegistas”, a la lucha revolucionaria en contra del Estado burgués, del autoritarismo político y del régimen capitalista; convirtiéndose en una organización guerrillera que optó por la vía armada como vehículo de cambio.

 

Buena parte de los integrantes del FER procedían de “Los Vikingos”, un grupo de socialización de barrio, de carácter pandilleril, integrado por jóvenes pertenecientes al barrio de San Andrés, de la ciudad de Guadalajara. Estos jóvenes, en su mayoría provenientes de familias humildes que habían migrado del campo a la ciudad, dentro de “Los Vikingos” construyeron fuertes lazos de unión y solidaridad, así como un sentido identidad, pertenencia y defensa del barrio; al integrarse al entorno estudiantil, y bajo el influjo de los estudios del marxismo, atravesaron por un proceso de politización y radicalización que los llevó a vincularse a nuevos terrenos de la política estudiantil que  culminó en su inserción a la guerrilla urbana.

 

Otros más, procedían de la Juventud Comunista, organización juvenil vinculada al Partido Comunista Mexicano (PCM). Para aquel momento de creciente radicalización de finales de los años sesenta, algunos de sus militantes rompieron con la línea oficial de dicho partido, que planteaba una lucha política por vías legales; percibiendo esta la lucha legal como meramente reformista, la disidencia de la Juventud Comunista apostó por una lucha más profunda, revolucionaria, y finalmente abrazó el camino de las armas. 

 

A finales de los años sesenta, “Los Vikingos” y la disidencia de la Juventud Comunista, conformaron las llamadas “Juventudes Juaristas”, apoyadas por Héctor y Andrés Zuno, que iniciaron una lucha en contra de la FEG. La acción de mayor envergadura desarrollada en el marco de esta lucha fue la toma de la Casa del Estudiante, el 23 de septiembre de 1970, un recinto que, alejado de los fines para los que fue creado durante el cardenismo, para aquel momento había sido convertido en cuartel de la FEG empleado para actividades ilícitas, esta acción simbólica tenía como objetivo entregar nuevamente la casa al estudiantado foráneo pobre. Aquel día las “Juventudes Juaristas” se constituyeron como Frente Estudiantil Revolucionario (FER), y concretaron su programa de lucha que giraba en torno a la democratización universitaria y el combate a la FEG1.

 

La presencia y la acción política iniciada por el FER dio lugar a una serie de enfrentamientos con miembros de la FEG que, en tanto órgano represivo, ejerció una fuerte acción violenta en contra del estudiantado revolucionario, la cual incluso ocasionó el asesinato de estudiantes. La presencia y acción del FER también incidió en el despliegue de una enérgica acción represiva por parte del Estado, desatando en su contra una ola de persecución, detenciones y tortura de varios de sus integrantes a manos de las fuerzas policiales y militares. Al respecto, destaca la toma por asalto y desalojo de la Casa del Estudiante que días antes había sido ocupada, por parte de elementos del Ejército y la Policía, el 30 de septiembre de 1970, así como la detención y encarcelamiento de sus residentes: decenas de militantes y principales dirigentes del FER; luego el recinto fue demolido. Esta escalada represiva radicalizó el programa de lucha del Frente y, finalmente, detonaría su apuesta por la lucha armada.

Uno de los hechos de violencia más paradigmáticos en este escenario, fue el asesinato del principal dirigente del Frente Estudiantil Revolucionario, Arnulfo Prado Rosas (a) “El Compa”, el 23 de noviembre de 1970 por miembros de la FEG. Este acontecimiento constituyó “el punto de partida para la radicalización del FER y su camino a la clandestinidad”2.

 

 

Imagen 1: Arnulfo Prado Rosas (a) “El Compa”. Fuente: Esteve Díaz, Hugo, Amargo lugar sin nombre. Crónica del movimiento armado socialista en México (1960-1990)

Imagen 2: Logo del Frente Estudiantil Revolucionario (FER), en la portada de El Militante Proletario, órgano de difusión. Fuente: “Archivos de la Resistencia”

 

En 1971 el Frente Estudiantil Revolucionario (FER) pasó a la clandestinidad, y emprendió la lucha revolucionaria contra el Estado organizándose en guerrilla urbana. En este contexto se llevaron a cabo diversas acciones, entre ellas, la labor de politización y reclutamiento, la realización de pintas y pegas, la elaboración y reparto de propaganda, así como una serie de actos de “expropiación” tendientes a la obtención de dinero y armas destinados a sostener la causa revolucionaria. De igual forma, se desplegó un trabajo de educación política y afinación del programa y las estrategias político-militares de la lucha revolucionaria; como también un trabajo de entrenamiento militar.

 

Miembros de “Los Vikingos” y del Frente Estudiantil Revolucionario (FER): 1) (a) “El Pelón”, 2) (a) “El Boni”, 3) (a) “La Momia” y 4) (a) “La Tita”. Fuente: “Archivos de la Represión”.

 

Por otra parte, en el marco de una etapa eminentemente defensiva, comandos militares del FER llevaron a cabo una serie de enfrentamientos en contra de la FEG, la policía y el Ejército; asimismo, algunos de sus núcleos realizaron ajusticiamientos de miembros de la FEG, los cuales eran ejecuciones llevadas a cabo en venganza de los compañeros asesinados; como también ajusticiamientos de elementos de la policía que se habían distinguido por la crueldad en la ejecución de torturas de los detenidos3. Algunos de los casos emblemáticos fueron el ajusticiamiento de Javier Agustín García Garibay, uno de los asesinos de “El Compa”, así como de Hermenegildo Romo García, ex presidente de la FEG.

 

Al constituirse el FER como grupo armado, la represión del Estado se recrudeció, dando lugar a una ofensiva contrainsurgente que exacerbó las detenciones, las torturas, el encarcelamiento, las desapariciones y las ejecuciones de sus militantes, perpetradas tanto por las fuerzas policiales como militares. La violencia represiva ejercida por las fuerzas del Estado se articuló y nutrió con la violencia de estructura paramilitar de la FEG contra la guerrilla.  Al respecto, conviene señalar que cuando el Gral. Federico Amaya Rodríguez se hizo cargo de la comandancia de 15/a Zona Militar en 1972, tratando de exterminar a los elementos subversivos contrató a gatilleros provenientes de las filas de la FEG para formar de agentes confidenciales utilizados en acciones antiguerrilleras en articulación con las fuerzas militares4.

 

Por su parte, la Dirección Federal de Seguridad (DFS) instauró, a inicios de los años setenta, una casa se seguridad en la calle Francia, en la colonia La Moderna, una de las más exclusivas de la ciudad de Guadalajara, cuyos fines era la tortura, detención, ejecución y represión masiva a jóvenes sospechos de ser parte de la guerrilla en aquella ciudad. 

 

En marzo de 1973 el Frente Estudiantil Revolucionario se integró a la Liga Comunista 23 de Septiembre (LC23S) para, junto con otras organizaciones guerrilleras, llevar a cabo la lucha armada contra el Estado. En este contexto, algunos sectores del FER decidieron no integrarse a la Liga; de este modo, una parte de ellos crearon una nueva organización guerrillera: las Fuerzas Revolucionarias Armadas del Pueblo (FRAP); mientras que otros más se integraron a la organización guerrillera Unión del Pueblo (UP).

 

Como parte de la Liga Comunista 23 de Septiembre, el Frente Estudiantil Revolucionario se constituyó como el Comité Político Militar de la Zona de Occidente de esta organización guerrillera, quedando bajo la responsabilidad de José Ignacio Olivares Torres (a) “El Sebas”. Los miembros del FER, también conocidos como “los feroces” por su experiencia combativa, al convertirse en destacamento de la Liga pasaron a la etapa ofensiva con tareas de agitación, propaganda y hostigamiento5.

 

En este contexto, se organizaron comandos y brigadas que llevaban a cabo acciones políticas como la realización de pintas, así como la elaboración y reparto de propaganda entre sectores estudiantiles, obreros y populares, en la que explicaban la lucha revolucionaria y llamaban al pueblo a unirse a ella en comités de lucha clandestinos.

 

Como parte de la necesidad de elaborar una prensa revolucionaria en el marco del proceso de lucha, desde 1973 se produjo El Militante Proletario, que fue el órgano de difusión del FER, cuyo contenido versaba sobre la lucha revolucionaria, la crítica al sistema capitalista y el análisis de la situación política, económica y social, y que fungió como un instrumento de educación y agitación política. Asimismo, como destacamento de la Liga Comunista 23 de Septiembre, las brigadas del FER también se dedicaron a las repartizas del Periódico Clandestino Madera, órgano de difusión de dicha organización guerrillera.

 

Los comandos y brigadas del FER también llevaron a cabo acciones militares como la “recuperación” de armas, el ajusticiamiento de policías, y enfrentamientos con las fuerzas del Estado. Destaca también el secuestro, en octubre de 1973, del industrial Fernando Aranguren Castiello, y del cónsul británico Anthony Duncan Williams, para exigir la liberación de presos políticos. Ante la negativa del gobierno a atender las demandas, Aranguren fue ejecutado, y como respuesta a este hecho, se desató una fuerte cacería contra los responsables, que trajo como resultado la detención y tortura de varios militantes del FER suspuestamente implicados en el plagio: José de Jesús Ramírez Meza (a) “El Flaco”, José María Carmona (a) “El Israel”, Alicia Estela Leyva Orduño (a) “Lilia” y Rodolfo Reyes Crespo (a) “Emiliano”, este último aún desaparecido; así como la detención de Olivares Torres, el 30 de enero de 1974 en Sinaloa, quien sería trasladado a la Ciudad de México donde fue sometido a terribles torturas y, posteriormente, fue ejecutado; días después su cadáver destrozado fue arrojado en las calles de Guadalajara, muy cerca de la casa del industrial, como si fuese un regalo en venganza para los Aranguren por ser él el artífice de la operación en la que se llevó a cabo aquel secuestro.

 

Como destacamento de la Liga Comunista 23 de Septiembre, algunos de los integrantes del FER también se unieron a los cuadros guerrilleros que la Liga tenía en otras zonas. Fue el caso de quienes se integraron a los focos de guerrilla rural que creó la Liga: Héctor Miguel Topete Díaz (a) “Espartaco”, quien se unió al comando guerrillero que se estableció en el denominado Cuadrilátero de Oro, en la sierra de Sonora y Chihuahua; y Tomás Lizárraga Tirado (a) “El Tom de Analco”, quien comandó la Brigada Genaro Vázquez, establecida en la sierra Guerrero, y más tarde se unió a la Brigada Revolucionaria Emiliano Zapata (BREZ), establecida en Oaxaca. Como también el caso de otros militantes que se integraron a diversos comandos de la guerrilla urbana de la Liga, como la Brigada Roja en el Valle de México, entre otros.

 

Desde los primeros años de la década de 1970, la represión en Jalisco fue dejando un gran saldo de detenidos, muertos y desaparecidos. Entre los asesinatos de guerrilleros del FER a manos de la policía y el Ejército, destacan los de Fernando Salinas Mora (a) "El Richard" y Efraín González Cuevas (a) "El Borrego", quienes murieron en un enfrentamiento contra policías y militares el 29 de agosto de 1973; como también el de Pedro Orozco Guzmán (a) "Camilo", quien murió tras un enfrentamiento ocurrido el 24 de diciembre de 1973. Tras esta primera oleada represiva, a inicios de 1974 comenzó el “Periodo Gris” de la Liga en la Zona Occidente. A partir de entonces, se recrudeció la represión estatal que conllevó a la captura, el asesinato y la desaparición forzada de numerosos miembros de la guerrilla, tanto pertenecientes al FER, como provenientes de otros cuadros de la Liga Comunista 23 de Septiembre enviados a Jalisco a reforzar la acción revolucionaria en aquella Zona.

 

Una de las acciones más emblemáticas protagonizadas por la Liga Comunista 23 de Septiembre en la Zona Occidente, fue la fuga de Penal de Oblatos el 22 de enero de 1976, en la que en una operación de comandos de la Liga fueron liberados seis miembros de la guerrilla que se encontraban recluidos: Enrique Guillermo Pérez Mora (a) “El Tenebras”, Armando Escalante Morales (a) “El Loco”, José Natividad Villela Vargas (a) “El Billetes”, Francisco Mercado Espinosa (a) “El Flaco”, Antonio Orozco Michel (a) “Manuel” o “El Toño” y Mario Álvaro Cartagena López (a) “El Guaymas”

 

Fuente: Desinformémonos

 

Tras la fuga de Oblatos se reorganizaron las brigadas de la LC23S, las cuales se nutrieron con la reinserción a la lucha clandestina de estos importantes cuadros de la guerrilla: “El Tenebras”, “El Guaymas”, y “El Toño” se integraron a la Brigada “15 de Julio”, mientras que “El Loco” y “El Flaco” se integraron a la Brigada “José Alfonso Rojas Díaz”, ambas pertenecientes a la Brigada Roja de la Ciudad de México. Por su parte, “El Billetes”, decidió no reinsertarse a la lucha guerrillera.

 

Más tarde, Enrique Guillermo Pérez Mora (a) “El Tenebras”, fue enviando a Sinaloa a principios de 1976 como un intento de la Liga para reforzar la lucha guerrillera en aquel lugar, donde en junio del mismo año tuvo un enfrentamiento con agentes de la Dirección Federal de Seguridad (DFS), en el que fue asesinado junto con otros combatientes de la guerrilla. Francisco Mercado Espinosa (a) “El Flaco” fue detenido-desaparecido, en Ciudad Juárez, en 1977, durante una “repartiza” del Periódico Madera, una acción peligrosa y fuertemente reprimida que supuso la detención-desaparición y el asesinato de muchos militantes de la Liga. Armando Escalante Morales “El Loco” fue detenido-desaparecido en Chihuahua, en 1978. Antonio Orozco Michel (a) “El Toño” fue aprehendido en 1977 y recluido hasta 1982. Por último, Mario Álvaro Cartagena López (a) “El Guaymas” fue atacado a balazos en 1978 por la Brigada Blanca y detenido-desaparecido en el Campo Militar No. 1; más tarde presentado con vida por la intervención del comité de madres, mas con las secuelas las heridas sufridas y de la tortura a la que fue sometido, principalmente, la amputación de una pierna; posteriormente fue recluido en la cárcel de donde salió libre en 1982; tras una vida consagrada a la lucha, “El Guaymas” fallece en julio de 2021, su muerte fue parte de las secuelas de la violencia del Estado.

 

Tras ser prácticamente replegada la guerrilla en el Comité Occidente por la acción represiva del Estado, hacia 1976 la Liga buscó reanudar la acción guerrillera en esta zona con la creación de la Brigada “Jorge Poinsot Basave”, que principalmente se dedicó a impresión y repartición del periódico Madera. Sin embargo, un nuevo recrudecimiento de la violencia represiva en 1977 produjo una nueva oleada de detenciones y desapariciones, y finalmente, la desarticulación de la guerrilla en esta Zona Político-Militar7.

 

 

 

Fuente: Dirección Federal de Seguridad (D.F.S.), “[Informe sobre un escrito del Frente Estudiantil Revolucionario (F.E.R.) enviado al periódico "El Diario", referente a las bajas en las filas guerrilleras y la lucha armada, Jalisco, 1974]”, (14/01/1974). Extraído del sitio web: Archivos de la Represión/Artículo 19 https://biblioteca.archivosdelarepresion.org/item/87303 [25 de enero de 2022].

 

Acontecimientos relevantes

1970

Creación del Frente Estudiantil Revolucionario (FER).

23 de septiembre de 1970

Toma de la Casa del Estudiante.

29 de septiembre de 1970

Enfrentamiento entre miembros del FER y de la FEG en la Unidad Politécnica de la Universidad de Guadalajara.

30 de septiembre de 1970

Toma por asalto y desalojo de la Casa del Estudiante por fuerzas policiales y militares.

23 de noviembre de 1970

Asesinato de Arnulfo Prado Rosas (a) "El Compa", principal dirigente del FER.

1971

El FER entra a la clandestinidad.

15 de marzo de 1973

El FER se integra a la Liga Comunista 23 de Septiembre.

22 de enero de 1976

Fuga del Penal de Oblatos.

 

1Rangel Hernández, Lucio, El virus rojo de la revolución. La guerrilla en México. El caso de la Liga Comunista 23 de Septiembre, 1973-1981, Morelia, Michoacán, UMSNH/Colegio Primitivo y Nacional de San Nicolás de Hidalgo/Sindicato de Profesores de la Universidad Michoacana, 2013, pp. 268-271.

2 Esteve Díaz, Hugo, Amargo lugar sin nombre. Crónica del movimiento armado socialista en México (1960-1990), Guadalajara, La Casa del Mago, 2013.

3 FEMOSPP, Informe Histórico a la Sociedad Mexicana, Fiscalía Especial para Movimientos Sociales y Políticos del Pasado, 2006, p. 456.

4Dirección Federal de Seguridad (D.F.S.), “[Informe sobre las actividades delictivas del grupo de Carlos Morales García (a) "El Pelacuas", y su participación en acciones antiguerrilleras, Jalisco, 1974]”, (21/06/1974). Extraído del sitio web: Archivos de la Represión/Artículo 19: https://biblioteca.archivosdelarepresion.org/item/87339 [27 de enero de 2022].

5Rangel Hernández, Lucio, El virus rojo de la revolución. La guerrilla en México. El caso de la Liga Comunista 23 de Septiembre, 1973-1981, Morelia, Michoacán, UMSNH/Colegio Primitivo y Nacional de San Nicolás de Hidalgo/Sindicato de Profesores de la Universidad Michoacana, 2013, p. 283.

6Rangel Hernández, Lucio, El virus rojo de la revolución. La guerrilla en México. El caso de la Liga Comunista 23 de Septiembre, 1973-1981, Morelia, Michoacán, UMSNH/Colegio Primitivo y Nacional de San Nicolás de Hidalgo/Sindicato de Profesores de la Universidad Michoacana, 2013, pp. 291-292.

7Rangel Hernández, Lucio, El virus rojo de la revolución. La guerrilla en México. El caso de la Liga Comunista 23 de Septiembre, 1973-1981, Morelia, Michoacán, UMSNH/Colegio Primitivo y Nacional de San Nicolás de Hidalgo/Sindicato de Profesores de la Universidad Michoacana, 2013, pp. 300-301.

 

Fuentes bibliográficas: 

Castellanos, Laura, México Armado. 1943-1981. México, Ediciones Era, 2007.

Esteve Díaz, Hugo, Amargo lugar sin nombre. Crónica del movimiento armado socialista en México (1960-1990), Guadalajara, La Casa del Mago, 2013.

FEMOSPP, Informe Histórico a la Sociedad Mexicana, Fiscalía Especial para Movimientos Sociales y Políticos del Pasado, 2006.

Gamiño Muñoz, Rodolfo, El Frente Estudiantil Revolucionario: antecedentes, nacimiento y represión, Guadalajara, Jalisco, Taller Editorial la casa del Mago, 2016.

Gamiño Muñoz, Rodolfo, Yllich Escamilla Santiago, Rigoberto Reyes Sánchez y Fabián Campos Hernández (coords.), La Liga Comunista 23 de Septiembre. Cuatro décadas a debate: historia, memoria, testimonio y literatura, México, Universidad Nacional Autónoma de México/Universidad de Tlaxcala, 2014.

Rangel Hernández, Lucio, El virus rojo de la revolución. La guerrilla en México. El caso de la Liga Comunista 23 de Septiembre, 1973-1981, Morelia, Michoacán, UMSNH/Colegio Primitivo y Nacional de San Nicolás de Hidalgo/Sindicato de Profesores de la Universidad Michoacana, 2013.

 

Fuentes documentales:

Dirección Federal de Seguridad (D.F.S.), “[Informe sobre un escrito del Frente Estudiantil Revolucionario (F.E.R.) enviado al periódico "El Diario", referente a las bajas en las filas guerrilleras y la lucha armada, Jalisco, 1974]”, (15/09/1974). Extraído del sitio web: Archivos de la Represión/Artículo 19: https://biblioteca.archivosdelarepresion.org/item/87303 [27 de enero de 2022].

Dirección Federal de Seguridad (D.F.S.), “[Informe sobre la Federación Estudiantil Revolucionaria, 1975]”, (14/01/1974). Extraído del sitio web: Archivos de la Represión/Artículo 19: https://biblioteca.archivosdelarepresion.org/item/87402 [27 de enero de 2022].

Dirección Federal de Seguridad (D.F.S.), “[Informe sobre las actividades delictivas del grupo de Carlos Morales García (a) "El Pelacuas", y su participación en acciones antiguerrilleras, Jalisco, 1974]]”, (21/06/1974). Extraído del sitio web: Archivos de la Represión/Artículo 19: https://biblioteca.archivosdelarepresion.org/item/87339 [27 de enero de 2022].

Archivo Memoria de la Resistencia en Jalisco (AMRJ), “[Manuscrito relativo al movimiento estudiantil a nivel internacional, nacional y local]”, (01/01/1970), 8 fojas. Extraído del sitio web: Archivos de la Resistencia/Artículo 19: https://biblioteca.archivosdelaresistencia.org/item/77041 [25 de enero de 2022].